La luz pulsada intensa (IPL) consiste en la emisión de una energía lumínica policromática, no coherente y no colimada que abarca varias longitudes de onda (entre 400 y 1,200 nm), pudiendo así actuar sobre diferentes estructuras de la piel. Esto permite una gran versatilidad, pudiendo tratar diferentes enfermedades, desde lesiones pigmentadas o vasculares, hasta fotodepilación y fotorrejuvenecimiento.
Los aparatos de primera generación emitían luz infrarroja que inducía daño de la epidermis y efectos secundarios indeseados. Actualmente, para hacer la acción más selectiva, se utilizan filtros de luz para eliminar las longitudes de onda no deseadas y optimizar los tratamientos. Por esto, los aparatos más recientes pueden filtrar las longitudes de onda no requeridas para ciertos tratamientos específicos, y de esta manera reducir los efectos adversos.
nicialmente, los aparatos de IPL se desarrollaron para tratar lesiones vasculares benignas. Los primeros artículos científicos en dermatología se reportaron en 1997 y describían el tratamiento de telangiectasias faciales (pequeñas venitas) y poiquilodermia de Civatte (cambios de coloración y textura, especialmente en cuello, por exposición solar crónica). Poco tiempo después, se describió la depilación permanente. La luz que emiten los sistemas de IPL principalmente van dirigidos a la hemoglobina (pigmento rojizo originado en sangre o vasos sanguíneos) y la melanina (pigmento oscuro originado en piel).
Los sistemas de luz pulsada actuales ofrecen gran versatilidad y ahora es posible tratar diferentes condiciones con un mismo equipo, haciendo solamente las modificaciones pertinentes en parámetros como la longitud de onda, la duración del pulso, el número de pulsos y el intervalo entre pulsos. Una ventaja importante en los sistemas de IPL es que el tamaño del cabezal que emite la luz es relativamente más grande que otros sistemas, cómo los láseres, cubriendo de esta manera un área más grande de la piel, lo cual puede aumentar la rapidez con la que se otorgan los tratamientos. Al tratarse de sistemas no ablativos, resulta en una buena opción de tratamiento cuando no se pueden asumir efectos secundarios de otros procedimientos (enrojecimiento, quemaduras, costras) y que además requieren tiempos prolongados de ausencia de la vida laboral y social. Su eficacia puede llegar a ser incluso similar en muchos casos a los tratamientos con láser. Un efecto adverso común es la sensación de dolor duranteel tratamiento. El uso de dispositivos de enfriamiento o de anestésicos tópicos proveen calma en la mayoría de los casos. La hinchazón y enrojecimiento también son efectos adversos comunes y suelen durar desde horas a un par de días. La formación de ampollas o costras puede ocurrir con tratamientos con energías altas, en estos casos los pacientes deben evitar rascar la piel afectada ya que esto podría aumentar el riesgo de infección y cicatrización anormal. Los efectos adversos que pueden ser más duraderos o irreversibles son cambios en pigmentación (manchas oscuras o blancas) y cicatrización hipertrófica o queloide. Aquellos pacientes que tienen una piel muy morena, así como aquellos que no pueden evitar la exposición solar después del tratamiento, usualmente no son candidatos para tratamiento con IPL debido al alto riesgo de hiperpigmentación (manchas oscuras).
En conclusión, los tratamientos con IPL son procedimientos médicos-estéticos de importancia en crecimiento, gracias a su versatilidad, eficacia, seguridad y facilidad de aplicación. Consulta con tu dermatólogo si eres candidato para su aplicación.
Referencias e imágenes de: González-Rodríguez A.J., Lorente -Gual R. Current indications and new applications of intense pulsed light. Actas Dermosifiliogr. 2014.
Dra. Kenia Yolanda Lepe Moreno
Dermatóloga
(CED. prof. 9812613
ENFERMERA EGRESADA DE CUC
DIPLOMADO EN HERIDAS
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COSMETÓLOGA CERTIFICADA
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